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jueves, 23 de diciembre de 2010

Capítulo cero.

Ivo siempre había experimentado su vida pensando en ser escrita alguna vez. Decía y pensaba en cómo la narraría alguien y otros la escucharían. Su vida no fue un ejemplo de lo bueno, ni de lo malo sino una vida simplemente contable, con sus momentos de disfrute, en los que cualquiera quisiera ser él, y de sufrimiento, en los que él sería más feliz siendo alguien más. En cualquier caso siempre veía su vida como una novela o una obra de teatro; quizás porque gustaba de leer, de escribir y de actuar. Entonces pensó que para ello debía querer ser contada y de igual forma escuchada.
Los hechos a continuación descriptos corresponden a su niñez y adolescencia, puesto que Ivo apenas tiene 16 años de edad actualmente. 
Les pido personalmente que no le cuenten a Ivo si lo ven, que no le hablen de esto ni siquiera le hablen de la existencia de este escrito. No se debe al contenido sino a que espero hacer de esto una sorpresa para él en su próximo aniversario de nacimiento.
No conozco a Ivo desde que nació, claro está, pero he compartido cosas muy cercanas y profundas con él. Somos confidentes mutuamente. Sé sobre cada aspecto que cruce por su pensar y viceversa.
Digamos que lo conozco bien desde que tenía 12, 13 años de edad. La duda radica en que su cumpleaños es en la época en que comenzó aquel año que marcaba el inicio del secundario de ambos. En la primaria el había asistido a una escuela religiosa y pasó no fácilmente a esta, atea y de deportes. Mujeres no abundaban, ni lo hacen hoy en día, en dicha institución.
NO ESTA TERMINADO"!"

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