Buscar este blog

jueves, 30 de diciembre de 2010

Sirena del Sena.

Allí estaba yo,
sobre una pequeña barca,
el agua estaba calma
y pocos barcos había.

Mi humilde vehículo acuático
pronto se vio desviado,
es que su voz,
combinó perfecto con sus notas.

No había ido por ella,
pero me atrapó,
y aunque su canto lo admitía,
no pude evitar serenarme ante ella.

Ven por favor,
dime en tu precioso francés,
que puedo ofrecerte,
o si me tengo que mudar a lo que llamas foyer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario